El helado ha sido desde siempre una alternativa confiable para mejorar el estado de ánimo porque se dice que fomenta la producción de serotonina (hormona del bienestar por excelencia). Las series y la pantalla grande han sido responsables de ejemplificar como se puede combatir malos ratos, rupturas y tristezas con un buen cono de fresa o chocolate.
Se han hecho muchos estudios al respecto y consultando con el fundador de una de las heladerías de nitrógeno más representativas de la ciudad, Omar Sapien creador de Ice Cream Nation, se han llegado a las siguientes conclusiones:
El helado además de saber delicioso genera un choque de temperaturas en el estómago lo que sin duda es una sensación satisfactoria.
- El compartir: “y si, el compartir sabores es un aspecto importante porque además de disfrutar de un buen helado se puede combinar con una buena charla de un ser querido lo que lo convierte en un momento especial”, comenta Omar Sapien de ICN.
- La textura al paladar, los aditamentos que llevan los helados sin duda crean un impacto a los sentidos. El “desmenuzar” los toppings que recubren el helado crea un momento divertido para el comensal.
- Helados para llevar: En general se disfrutan los conos durante una caminata por un parque/plaza/calle lo que permite tomarse un momento de reflexión.
- “Pancita llena, corazón contento”: El hecho de “darse el gusto” por un día, y a lo mejor romper la dieta sin duda es un pro para subir el nivel energético y como consecuencia estar más contento.
- Salir de la rutina: Dejar atrás los pensamientos negativos y solamente pensar en lo positivo por un momento.
- Son una fuente importante de vitamina B, calcio y proteínas.
- Ayudan a cicatrizar y reducir inflamaciones en las amígdalas. son una forma muy sabrosa de cuidarse.
- El helado en sí, no es digestivo. Si es cierto que puede tener componentes que estimulan la función vesicular y por tanto, mejorar la digestión.
- Los helados de nitrógeno no tienen colorantes por lo que su materia prima en general está compuesta por frutas y por su alto contenido vitamínico ayudan a recubrir la flora intestinal.
En momentos de caos y tensión, se podría recomendar una “dosis de felicidad” hecha helado.
Se han hecho muchos estudios al respecto y consultando con el fundador de una de las heladerías de nitrógeno más representativas de la ciudad, Omar Sapien creador de Ice Cream Nation, se han llegado a las siguientes conclusiones:
El helado además de saber delicioso genera un choque de temperaturas en el estómago lo que sin duda es una sensación satisfactoria.
- El compartir: “y si, el compartir sabores es un aspecto importante porque además de disfrutar de un buen helado se puede combinar con una buena charla de un ser querido lo que lo convierte en un momento especial”, comenta Omar Sapien de ICN.
- La textura al paladar, los aditamentos que llevan los helados sin duda crean un impacto a los sentidos. El “desmenuzar” los toppings que recubren el helado crea un momento divertido para el comensal.
- Helados para llevar: En general se disfrutan los conos durante una caminata por un parque/plaza/calle lo que permite tomarse un momento de reflexión.
- “Pancita llena, corazón contento”: El hecho de “darse el gusto” por un día, y a lo mejor romper la dieta sin duda es un pro para subir el nivel energético y como consecuencia estar más contento.
- Salir de la rutina: Dejar atrás los pensamientos negativos y solamente pensar en lo positivo por un momento.
- Son una fuente importante de vitamina B, calcio y proteínas.
- Ayudan a cicatrizar y reducir inflamaciones en las amígdalas. son una forma muy sabrosa de cuidarse.
- El helado en sí, no es digestivo. Si es cierto que puede tener componentes que estimulan la función vesicular y por tanto, mejorar la digestión.
- Los helados de nitrógeno no tienen colorantes por lo que su materia prima en general está compuesta por frutas y por su alto contenido vitamínico ayudan a recubrir la flora intestinal.
En momentos de caos y tensión, se podría recomendar una “dosis de felicidad” hecha helado.
